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martes, 19 de abril de 2011

Noticia - ¿Calidad educativa?



LIC. ALEJANDRO LÓPEZ S. ASESOR DE MATEMÁTICA DEL MEP 08:09 P.M. 27/03/2010
Antes de hablar de calidad educativa, es conveniente rebuscar en la historia el origen del concepto de calidad que se maneja actualmente. Se sabe que después de la Segunda Guerra Mundial, Japón y Europa estaban en ruinas. Reconstruir la economía les planteaba un reto nada despreciable: tenían que vender sus productos en los mercados internacionales, sin ser vencidos por la fuerte competencia. La clave estaba en producir más y mejor pues, al final de cuentas, la decisión del consumidor siempre se balancea entre el precio y la calidad del producto que compra.
Cuando los Estados Unidos de América advierten que la producción japonesa es superior, resultó evidente que tenían que sumergirse en la investigación sobre control de calidad, que les permitiera sobrevivir en la jungla comercial. Pero, entonces, se dio un accidente académico nefasto: las teorías administrativas sobre calidad total invadieron las escuelas que preparaban educadores, haciendo ver el proceso educativo como un producto. Las escuelas se volvieron fábricas, los docentes, obreros, y los estudiantes, consumidores de un producto. Metáfora falsa. Para ilustrar el tipo de ideas que impregnaron la administración educativa, imagine que tenemos un televisor sobre una cadena de montaje. Al lado de la cadena, una serie de obreros agregan una por una las diversas partes que componen el aparato. Si el proceso de manufactura se lleva a cabo con propiedad, en su última etapa, se tiene algo llamado “producto terminado”. La evaluación estadística, mide características distribuidas uniformemente en todos los productos, lo cual significa, por ejemplo, que en un proceso productivo de calidad, el peso, el color y el tamaño deberían ser iguales en todos los televisores.
La metáfora de la fábrica es falsa en el mundo educativo, pues en términos de aprendizaje no es posible la existencia de un producto terminado, como tampoco es posible que dos personas tengan los mismos conocimientos. Los conocimientos adquiridos, se modifican con el paso del tiempo, incluso pueden llegar a desaparecer si estos no se vinculan a la actividad diaria.
No se pueden igualar conocimientos, ni tampoco habilidades. Un niño pequeño que levanta una piedra de un kilogramo, realiza un esfuerzo máximo, comparable al de un adulto que levanta una piedra de noventa kilogramos. Tanto el niño como el adulto levantan una piedra, pero cada uno alcanza el límite de sus fuerzas acorde a la capacidad que tienen sus cuerpos. No se pueden estandarizar pesos, pues para un adulto, un kilogramo es un peso insignificante, mientras que para un niño, noventa kilogramos es un peso imposible de levantar. La evaluación educativa debería concentrarse no en la certificación académica, sino en la identificación de los niveles de desempeño, de modo que las tareas y exámenes se adapten a estos niveles, pues de lo contrario tendremos estudiantes superdotados que se aburren en clase, por lo simple de la lección, y estudiantes con problemas de aprendizaje, que desertan de una escuela imposible de entender.Adecuación curricular. Suponga que se aplica un examen sobre una de las obras de García Márquez a una estudiante que por interés personal ha leído detalladamente cinco novelas de este autor. Si la misma prueba se aplica a otro estudiante que ha leído únicamente la obra que se evalúa y ambos estudiantes obtienen por igual la nota máxima, cuando se evalúa desde el nivel de desempeño de cada uno de los estudiantes, ella utilizaría apenas un 20% de su rendimiento real, mientras que él utilizaría un 100%. La evaluación sumativa, tal y como funciona en la actualidad, no discrimina habilidades ni intereses.
El proceso más cercano a la educación de calidad es la verdadera adecuación curricular, la cual no consiste en la elaboración de exámenes con menor cantidad de contenidos, sino en la identificación del nivel de desempeño y de competencia de la persona. La mejora en la calidad de la educación, se alcanza iniciando una reforma curricular y no solamente descargando la responsabilidad en la actividad docente.
Mientras se le exija mucho al que tiene poco, y poco al que tiene mucho, no existirá nunca verdadera calidad educativa.

Fuente: www.nacion.com

5 comentarios:

  1. quiero rescatar la metafora de fabrica "Las escuelas se volvieron fábricas, los docentes, obreros, y los estudiantes, consumidores de un producto"... ¿como nos ha costado romper esa metafora? en la actualidad los estuidante que pertecen aun centro educativo (en teste caso hablo de lo privado, porque tengo comocimento de causa)son un numero y ese numero nos deja plata entonces no me interesa si aprende o no solo que page.. y listo!... es lamentable conocer esa realidad que todavia se vive.. ahora yo me pregunto ¿donde esta la calidad educativa que dicen tener? ¿como e sposible, hablando del sector privado y no todos los colegios, obligen a los profesores a pasar al estudiante aunuqe se queden? creo que estas institusiones deberian saber que el estudiante es una PERSONA y no un billete, creo que estas institusiones deberian COMPRENDER que mas que el dinero estar contruyendole un concepto de vagancia donde por tener plata todo se los dan!.. que daño le estan haciendo al estos chicos.

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  2. Nuestros estudiantes -muy bien lo mencionan ustedes- no son productos terminados. Somos personas con capacidades y limitaciones distintas y no estamos en una fábrica produciendo bachilleres o graduados de una escuela.
    Hay que comprender algo del complejo ser humano: ninguno es igual, he aquí la vasta tarea del profesional en psicología: tratar de entender a este ser tan confuso y la vez tan particular.

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  3. El aprendizaje y la formación de una persona no puede compararse con elementos de índole fabril, no se trata de consumir y consumir conocimiento sin contemplar estructuras cognitivas diferenciadas, sino de vivenciar el conocimiento y aplicarlo en la esfera de las relaciones ambientales, cualesquiera que estas sean. Somos seres humanos que nunca acabamos de formarnos, hay otras dimensiones que el producto no toma en cuenta: las frustraciones, las emociones, la empatía, las habilidades, las carencias, las debilidades, etc.

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  4. Comentario Maria Ovares: Como lo dije en una de las tantas lecciones de este curso, nosotros somos parte de un sistema educativo que a lo mejor no es el mas apropiado, que ha sido critico una y mil veces; pero en fin, no es el mas exitoso, pero hoy por hoy nos ha permitido estar aqui en la Universidad. Es cierto que durante nuestros primero 17 años de vida estamos sometidos a una especie de aprendizaje un tanto como lo indica la noticia "consumidores de algo"... y como lo menciona Vane, nos ha costado mucho romper de raiz con eso que venimos aprendiendo 17 años atras; pero como lo comparto con mis demas compañeros; NO SOMOS una fabrica o unas vacas que caminamos hacia donde nos quieran llevar... La noticia es sumamente interesante porque nos pone a dudar si realmente nuestra educacion es de calidad... que bonito hubiera sido que desde pequeños nos hubieran incentivado al desarrollo de nuestra creatividad, de nuestra parte critica; en donde no estuvieramos ahora???

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  5. Esta noticia va muy acorde a la teoría de Piaget en donde al niño se le detectan sus formas de aprendizaje, no exigiéndole conocimientos o esperando que su desempeño sea igual al de "un niño mayor". La educación misma se ha tendido a ver como un producto, tal es el caso de muchas universidades que piensan en preparar a estudiantes "que el mercado necesita" para suplir las necesidades

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